Las palabras que
fluyen desde el corazón marcan los últimos suspiros de la semana de pasión,
la fecha ansiada se
acerca y brotamos como la flor en primavera.
Del alma sólo pueden
salir cosas con alma,
cuán difícil es a
veces dejar que el alma nos embargue y hable por nosotros.
El alma de los
barrios que recorriste verso por verso, romance por romance.
Y es en San Marcos
cuando los Dolores de la virgen encontraron su más blanca Providencia. Siete
dolores de María que son el sentir del barrio de San José Obrero.
Y en el Museo, los
jóvenes artistas pintan dulces palabras, puntos y comas
y a la virgen de las
más tranquilas Aguas,
flujo de pasión y
expiración, sueño que pintara Murillo.
Será por calle Feria
cuando la luz de la Amargura trace guías de fe y Silencio
que nos llevaran por
la primitiva calle Ancha ante un dorado palio,
cobijo de la Virgen
de tez morena.
Allí, en su final
hallaras el amor del Cristo de las Almas,
patrón de esa
juventud de la que haces gala.
Y como bien sabes, en
ese hermoso camino de Jueves y corrales,
hay una placita
pequeña hogar de un Rosario de blanco nácar y una Oración de Salud,
guía de vecinos del
barrio.
En Santa Marta, la
muerte dulce no es muerte sino ejemplo de arte y teología.
Caridad entre los
brazos de los que siempre le acompañaron,
vida del artista que
gubió la mayor de las entregas.
Cuantos recuerdos y
vivencias recorren tu joven mente,
cuantas experiencias
de los sentidos,
a los que con tanta
fuerza cantaste.
Sevilla, la niña de
azules ojos, la de dorados atardeceres, la de cera y albero maestrante, la que
con una sola palabra es capaz de estremecernos, la del repeluco en la Madrugá.
A esa Sevilla has cantado, sin faltarte un suspiro de su sentir.
Gracias amigo
Francis, por ser cómo eres, por tu humildad, por tu frescura, por tu alma
cofrade,
Gracias Francis por
ser la voz que ha anunciado que la gloria llama a las puertas de la Ciudad.
Fotografía: Guillermo Ramírez Torres
A tí que escribes al pregonero y sin serlo...lo eres...
ResponderEliminar