Un lugar para encontrar

sábado, 8 de diciembre de 2012

Blanco y azul


La ciudad ha palidecido, los árboles, ya desnudos, muestran sus retorcidos y ancianos huesos, tanto como los de la misma ciudad en la que hunden sus raíces. La murallas ya no tienen centinelas estivales, y las almenas son balcones vacios. En la plaza, lo único que parece cobrar vida es su monumento, que en una interminable asunción vigila a la mariana urbe mientras el cielo se viste de sus colores, blanco y azul. Murillo o Martínez Montañés soñaron con pintarte y tallarte, y te hicieron Virgen Niña, Colosal, Venerable y Cieguecita. Ahí permaneces, salvo el 8 de Diciembre que pareces bajar para hacerte presente en la ciudad más hermosa del mundo que te reza "Ave María, Sine Labe Concepta"

8 de Diciembre de 2012, Festividad de la Inmaculada
Fotografía: Guillermo Ramírez Torres

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