Las piedras hablan en la ciudad, se puede sentir su vibrar y si prestas atención te pueden contar las historias de antiguos toneleros, curas, panaderos, artistas y nobles que una vez recorrieron pristinos patios de vecinos, corralones o fuentes donde el agua ya no corre. Sentaos cerca, pegad los oidos y sentid el palpitar de una ciudad que no deja de reinventarse.
Fotografía: Guillermo Ramírez Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario